A directora general de Planificación Energética y Recursos Naturales, Paula Uría, acompañada por los delegados territoriales de la Xunta en A Coruña y en Ferrol, Gonzalo Trenor y Martina Aneiros, mantuvo esta mañana un encuentro con los alcaldes de los ayuntamientos incluidos en la zona de Transición Justa.

En la reunión, tuvieron la oportunidad de evaluar la partida destinada a Galicia y dotada con 111 millones de euros con los que se pretende identificar e impulsar proyectos tractores que permitan la transformación del tejido empresarial en los que colaboren, de modo principal, pequeñas y medianas empresa.

El Fondo, que gestionará la Administración autonómica, facilitará la generación de un impacto económico y social positivo en las zonas afectadas por la denominada transición energética, como es el caso de las áreas de Meirama y de las Pontes, perjudicadas por los cierres de las centrales térmicas.

La directora incidió en que las pymes son las principales destinatarias de esta partida, siendo el objetivo principal identificar grandes proyectos que impulsen las iniciativas de esas pequeñas y medianas empresas para, de modo conjunto, conformar un plan de desarrollo territorial sostenible y garantizador del mantenimiento del empleo en estos territorios.

Para esto, ya se habilitó una manifestación de interés para el tejido empresarial, lo ser este un requisito del Gobierno central para el uso del Fondo, quedando excluidas del reparto aquellas grandes empresas que ahora no se presenten la esta convocatoria. El plazo de presentación de iniciativas permanecerá abierto hasta el próximo 23 de junio.

La Vicepresidencia primera y Consellería de Economía, Industria e Innovación, a través del Igape y el Inega, y en cooperación con el Gobierno central, estudiará las manifestaciones de interés recibidas, evaluando su viabilidad y compatibilidad con la normativa de ayudas de Estado y con el Reglamento del Fondo de Transición Justa.

Los proyectos abarcarán inversiones en activos materiales e inmateriales –creación de un nuevo establecimiento, diversificación de la actividad o de la producción, o transformación del proceso de producción global-; adquisición de activos pertenecientes a un establecimiento que cerrara siempre que la nueva actividad no sea idéntica o similar a la realizada-; e inversiones centradas en medidas de eficiencia energética, fuentes renovables, infraestructuras energéticas o reciclado de residuos.